Árboles de hoja caduca, interesantes por sus tamaños variados dentro de un interminable surtido de formas y tipos, muchos de los cuales ofrecen espectaculares coloraciones otoñales.
El género ‘Acer’ agrupa a un gran número de vegetales leñosos con una formidable variación en cuanto a su talla y tipo de hoja. Las tonalidades verdaderamente rojas, cobrizas o doradas que adquieren algunos arces en la época otoñal son casi siempre épicas en el mundo de la jardinería, ya que quien ha visto a algunos de estos arces en las semanas previas a la caída de sus hojas, ha contemplado un espectáculo difícil de olvidar.
Porte.- Se caracterizan por la abundante ramificación de su copa, que suele ser de forma regular, a veces redondeada. Las ramas y hojas se disponen en sentido opuesto (crecen en dos direcciones contrarias respecto de la rama de la que brotan) y poseen unos curiosos frutos dorados de un ala membranosa y dispuestos por pares, a los que se conoce con el nombre de ‘sámara’.
Hojas.- La peculiaridad más conocida de estos árboles son sus hojas, esas hojas lobuladas en forma de palma que en las especies japonesas casi tienen hasta ‘dedos’, y cuya silueta luce orgullosa en la bandera de Canadá. Desde luego, en el numeroso grupo de arces hay una gran variación en la forma de sus folios e, incluso, existen arces sin hojas lobuladas, pero el diseño básico de todas ellas es siempre el mismo.
Frutos.- La peculiar forma de fructificación se llama ‘sámara’. La semilla es acompañada por un ala membranosa que, al ser desprendida en su madurez, ayuda a una más lejana dispersión de la simiente. Todas las especies de este género de árboles producen pares de sámaras, lo que resulta un evidente rasgo distintivo entre especies en función de su tamaño, disposición y coloración.
Este género de árboles se reparte, de forma natural, por el hemisferio norte, donde se encuentran las tres grandes zonas de las que provienen todos los arces que se utilizan en jardinería, y que comprenden también los que han dado lugar a las variedades de jardinería obtenidas por el hombre. Estas zonas son: Norte del Continente Americano, Europa, Este Asiático.
Cuidados.- Pueden ser plantados en casi cualquier punto de la geografía española, siempre que sus raíces dispongan de una mínima humedad.
Dentro de la amplitud de especies existen también distintas adaptaciones a los tipos de terrenos, pero puede decirse que los arces crecen bien en casi todos ellos, prefiriendo los que conserven una cierta humedad y tengan la suficiente materia orgánica como para ser algo ácidos. Algunos soportan los de tipo calcáreo.
Los ejemplares cultivados en recipientes es mejor que vivan en uno de barro cocido, sin barniz ni esmalte, este tipo de material conserva fresca la temperatura del sustrato, con lo que el arce vivirá mejor en tiempo cálido. En este caso, habrá de vigilar la humedad del suelo para que no sea demasiado escasa por efecto de la transpiración.
Especies y Variedades.-
Arces japoneses.- Se trata de una especie de pequeño tamaño, muchas de ellas arbustos, pero con apariencia de árbol. ‘A. Palmatum’ se caracteriza por sus hojas divididas en forma de dedos y por tener los lóbulos muy puntiagudos. Los hay de hoja verde y también otros con la hoja cobriza todo el año, que se vuelve roja en otoño, como es el caso de la variedad ‘Atropurpureum’. La variedad ‘Disectum’ tiene las hojas profundamente hendidas, mientras que la variedad ‘Disectum Atropurpureum’ reúne en un sólo arbolito las dos cualidades. La variedad ‘A. japonicum ‘ es un árbol de mayor tamaño con un rico colorido otoñal.
Arces americanos.- Uno de los arces más conocidos es el ‘A. Negundo’ que tiene las hojas compuestas por tres o cinco folíolos en vez de palmeadas, con hojas matizadas de blanco. Crece rápidamente y soporta las condiciones urbanas, pero vive pocos años.
Arces europeos.- ‘A. campestre’ es un arbolito de hojas discretas que se utiliza a veces como seto por su resistencia a la poda.
El falso plátano ‘A. pseudoplatanus’ es un árbol de dimensiones importantes con variedades tan hermosas como ‘Brillantissimun’, con hojas de color dorado y que no alcanza la talla de su progenitor.
El arce real ‘A. platanoides’, de gran desarrollo, soporta las duras condiciones de la vida en la ciudad.
El arce ‘Crimson King’ tiene hojas de color granate, con el defecto de estar sin ellas demasiados meses en invierno.
El arce de Montpellier ‘A. monspessulanum’, tiene hojas formadas por tres pequeños lóbulos, vive en regiones mediterráneas.
Los arces europeos, salvo excepciones, no se tiñen de rojo como los otros, sino que tienden a ofrecer tonalidades amarillas o doradas en el otoño.