El avellano es un arbusto ramoso desde la base o pequeño árbol que alcanza los 8-10 m de altura. Su copa es amplia y densa y su corteza rojiza al principio y grisácea al madurar. Las hojas son caducas, simples, alternas, muy anchas, de forma acorazonada, redondeada o anchamente ovalada, de hasta 15 cm de longitud, serradas en su margen y acabadas en punta. Las flores son unisexuales, es decir, las hay masculinas y femeninas, y nacen en invierno en el mismo pie de planta. Las masculinas se disponen en largos filamentos colgantes llamados amentos, que al menor soplo de viento dispersan el polen. Las femeninas, una vez fecundadas, forman el fruto o avellana, que tiene una cubierta parcial de aspecto papiráceo que semeja un casco.
ECOLOGÍA
Se trata de una especie colonizadora que se cría en vaguadas, barrancos y valles. Crece de forma aislada, formando rodales, bosquetes o como acompañante de otras especies, siempre que haya bastante humedad. Puede aparecer sobre cualquier tipo de suelo, mientras no sea muy arenoso y pobre. Se cría desde el nivel del mar hasta los 1900 m.
DISTRIBUCIÓN
Es propia de Europa y Asia oriental. En nuestro territorio crece espontánea,sobre todo en la mitad norte, y se refugia en lugares frescos y umbrosos en el sur. Se cultiva principalmente en Cataluña y Levante, si bien es a menudo injertada en variedades más resistentes.
MÁS INFORMACIÓN
La principal utilidad del avellano es el cultivo de sus frutos, que son muy alimenticios y se usan sobre todo en repostería. También de ellos se obtiene un aceite para la alimentación, cosmética, iluminación y como lubricante.
Su madera es un buen combustible y proporciona un excelente carbón vegetal apreciado para la fabricación de pólvora y para dibujar. A veces también se usa como planta ornamental, en la restauración de paisajes erosionados y como protector de otros frutales formando setos.
Por su flexibilidad se usan las ramas o las tiras de su madera en cestería y tonelería, así como para confeccionar varas y bastones.
Este arbolito aparece en los catálogos de flora protegida o amenazada de las comunidades de Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Madrid.
Corylus era el nombre romano de los avellanos y su fruto, la avellana, y deriva del griego corys ‘casco’, pues le acompaña una cubierta papirácea que se le asemeja; avellana deriva de la ciudad italiana Avella, donde abundaba esta planta.