Árbol grande, que puede llegar a los 25 m, si bien debido a su explotación a menudo le vemos rebrotando y formando rodales enmarañados. Su principal característica es que sus hojas son aterciopeladas por ambas caras y poseen unos lóbulos muy profundos. Estas hojas son simples, alternas y caducas, aunque en muchos ejemplares, sobre todos los juveniles, se mantienen secas en invierno y caen cuando el brote de la nueva hoja las empuja (marcescentes). Las flores crecen en largos pedúnculos colgantes amarillentos (amentos) y las bellotas son globosas y amargas.
ECOLOGÍA
Es un roble muy bien adaptado al clima mediterráneo por la pelosidad de sus hojas, que reduce la transpiración. Puede formar extensos bosques, aunque a veces se asocia a otras especies, siempre sobre sustratos ácidos o desprovistos de cal, entre los 200 y los 2100 m. El sistema radical se hace tan potente que forma nuevos troncos que crecen desde la cepa. Como ha sido muy explotado por su madera o para hacer carbón, con frecuencia encontramos numerosos ejemplares que en realidad son todos procedentes de un mismo individuo cuya cepa puede ser varias veces centenaria.
DISTRIBUCIÓN
Se distribuye por el suroccidente de Europa (España y Francia) y norte de África (Marruecos). En Pirineos está sólo localizado en la Sierra de Leyre, Navarra.
MÁS INFORMACIÓN
Este roble se ha explotado mucho por su madera para leña y para elaborar carbón vegetal, pero también se ha usado en la industria naval y en la construcción. Y como en muchas especies del género, la corteza y las agallas sirven para curtir pieles por ser ricas en taninos.
Los frutos de los robles a veces se llegan a confundir con unas excrecencias denominadas agallas. El verdadero fruto es la bellota, que es un fruto seco característico del género Quercus, al que le acompaña una cubierta leñosa llamada cúpula o cascabillo que lo cubre parcialmente como si fuera una boina. Las agallas pueden ser de muchos tipos, pero las más características del melojo y de los quejigos tienen forma globosa. Se trata de malformaciones que origina el propio árbol como defensa ante el ataque de insectos himenópteros (un tipo de avispillas) que depositan un huevo en las yemas o brotes tiernos. La planta reacciona y forma una tumoración, de tal manera que sus tejidos envuelven y aíslan al parásito formando la agalla. El huevo eclosiona y la larva queda protegida y rodeada de alimento. Después de la metamorfosis, el insecto ya adulto sale por un agujerito que él mismo horada y la agalla se seca.
Este árbol aparece en los catálogos de plantas amenazadas y protegidas de las comunidades de Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, y Valencia.Quercus era el nombre romano de los robles en general y de su madera, y por extensión de todos los árboles que producen bellota. El origen del vocablo es celta y significa ‘árbol hermoso’. El epíteto pyrenaica alude a su origen, pero en realidad allí es muy escaso. Esto se debe a que el botánico alemán que describió la especie, Ludwig von Willdenow, tenía unas etiquetas con esa procedencia y no tuvo en cuenta su distribución general.